Lunas de Junio

I

Tus ojos; delirio prohibido, destellos locura, refugio de sueños, tus ojos mi más grande pecado, mi flanco más débil. Naufragio de perpetua paz. Tus ojos eterno crisol de caricias de agua y fuego, dos hermosas lunas de junio. Embriagante sabor de café, dulce olor de azahar

Tus ojos… podría vivir en ellos.

Tu ojos, protesto!... tan tuyos, tan del destino, nunca míos, tus ojos 

II

Que porque los veo?

Porque me embrujan, porque me traicionan, porque son la salida del adusto laberinto de tu alma, porque son un manantial en mi desierto, un faro en la isla de mis mil noches en vela, porque con tus labios bañados en malicia e inocencia son la alquimia perfecta de tu esencia, son los pozos donde desahogas la esperanza sutil de tus sueños y de tus noches.

III

Dos lunas que brillan con inclementes gotas de agua dulce, dos lunas que el destino puso en el cielo para poder contemplarlas con sigilo desde el olvido. Dos versos dibujados en los celajes de la tarde…

Embrujado aprendiz de loco, loco por contemplarlos, loco por quererlos, loco embrujado por tus ojos